No fue un invento español, ya en la Francia de 1184 el Papa
Lucio III creo una para combatir la llamada herejía albigense que culminaría
con la práctica aniquilación de los Cataros.
Ésta organización represora al
servicio del poder quedó liquidada en 1834 durante el reinado de Isabel II
pero, ya en las cortes de Cádiz se había aprobado su abolición por mayoría
absoluta en 1812.
En varias ocasiones me ha
sorprendido que nuestro historiador de Illescas
de referencia, Francisco Romo De Arce, en sus obras relativas a nuestro
pueblo, no haya tocado el asunto de la inquisición y la explicación puede estar
en que no debieron ser muchos los procesos abiertos por el Santo Oficio en la
localidad y además, en general, en
Castilla se presto poca atención a las herejías.
En el Boletín de la Real Academia de la Historia , tomo 11 de
1887, he localizado un apartado denominado La inquisición Toledana - Relación
contemporánea de los autos y autillos que se celebraron desde el año 1485 al
1501. En ésta, se lista entre otros muchos de diferentes lugares, un proceso
contra la illescana Aldonza Rodríguez, entre 1486 y 1488, se entiende que fue por
judaizante, (Cristiano que practica ocultamente ritos judíos o judío converso que, en el siglo I, sostenía
que no bastaba con practicar la doctrina de Jesucristo sino que además, debía
mantener la observancia de la ley mosaica “Torah”).
El motivo de escribir sobre este
asunto lo ha motivado el hecho de que al investigar acerca del Convento
Mercedario de la calle Tirso de Molina, he encontrado un artículo del religioso y escritor toledano José Carlos
Gómez-Menor Fuentes, en el que relata lo que se llamó “El proceso e información
de limpieza de sangre que promovió el licenciado Rodrigo de Yepes para lograr
el titulo de notario de la
Inquisición en la villa de Illescas”
Este clérigo natural y vecino de
Illescas, había nacido hacia 1620, estudiado Derecho y contaba a la sazón con
unos 34 años cuando solicita la notaría del Santo Oficio el día 17 de Marzo de
1653, tratándose de un personaje de prestigio en la villa y comarca.
Para ello presenta su árbol
familiar hasta abuelos inclusive, todos ellos, como él, illescanos y que fue ampliado posteriormente con el de sus
bisabuelos tras algunos reparos puestos a la limpieza de sangre de su abuela
materna, Inés Álvarez que al final se aclaró que era una persona distinta a
otra del mismo nombre, acusada de judaizante y “reconciliada” de Toledo.
Nuestro protagonista llevaba la profesión en su historia
paterna pues, su bisabuelo Alonso de Yepes, casado con Catalina Martínez de
Figueroa, había sido notario del Santo Oficio y el hermano de ésta, el doctor
Pedro de Figueroa, había ejercido como comisario de la misma Organización,
ambos también en Illescas.
En Mayo de 1653 deposita el
pretendiente 600 reales para los gastos de la información y en Junio llega al
pueblo el juez comisionado para iniciar el proceso, tomando declaración a los
testigos que fueron todos favorables al
Licenciado Rodrigo de Yepes.
Entre los numerosos declarantes
figuran:
Licenciado Francisco del Salto y
Castilla, abogado, natural y vecino de Illescas;
Juan Bautista de Piña y Zamora,
también de Illescas; los Licenciados
Francisco de Vega y Diego de Rojas, ambos presbíteros y beneficiados de la
iglesia local y entre otros, Gabriel de Azaña que hace un gran elogio del
pretendiente.
La información continuó en Casarrubios
del Monte, lugar de precedencia de sus bisabuelos maternos Diego Ramírez y Lucía de Mena; Juan
de Villasante y Aldonza Ruiz.
Un año después de iniciado el
expediente, fue aprobado a favor del
Licenciado Rodrigo de Yepes quedando clara su limpieza de sangre y por tanto
merecedor del cargo que había solicitado de NOTARIO DEL SANTO OFICIO DE LA INQUISICION DE
ILLESCAS.
Fernando Alejo Almendros,
Illescas, 15-09-2013
Esta información y el expediente
completo se encuentran en el Archivo Histórico Nacional. Inquisición de Toledo,
legajo 484, expediente nº 7.
¿Hay alguna prueba de que Alonso de Yepes o alguno de sus descendientes fueran judíos o conversos? Gracias
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