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martes, 24 de enero de 2017

PRIMER CENTENARIO DEL FALLECIMIENTO DE ALEJANDRO FERRANT



20 de ENERO DE 2017


La visita de ayer a la exposición sobre Alejando Ferrant y Fischermans montada por Funcave, me dio a conocer a este personaje del que por extraño que parezca, apenas teníamos noticias en nuestros archivos, salvo una imagen de su cuadro en las obras del Santuario y una mención al mismo en un documento referente a una visita a Illescas en 1929 del viajero llamado Augusto Fernández Olmedilla.
Animado por la riqueza de la documentación acumulada y expuesta por Funcave, he buceado por las distintas reseñas sobre su biografía y me he decidido a subir este compendio de artículos e imágenes de algunos de sus cuadros de más relevancia, sumándonos así a los actos que conmemoran este centenario.

Alejandro Ferrant y Fischermans

(Biografías y Vidas - LA ENCICLOPEDIA BIOGRAFICA EN LINEA)
(Madrid, 1843 - 1917) Pintor español. Fue sobrino del también pintor Luis Ferrant Llausás, con el que dio sus primeros pasos en la pintura. Posteriormente, cursó estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. Durante su permanencia en el centro, recibió premios en distintas asignaturas. Destacó como dibujante y, asimismo, por su dominio de las técnicas al óleo y a la acuarela.
Su pintura evoluciona desde el academicismo que bebe de las enseñanzas de su tío y, posteriormente, de su estancia en Roma, hasta el impresionismo de cuadros como La Familia en el Jardín, hoy en una colección particular. Destacó como autor de pintura histórica, aunque desde sus comienzos fue un excelente retratista (así lo prueba la tercera medalla obtenida en la Exposición Nacional de 1864 con un retrato de su tío y maestro). Sin embargo, lo más original y avanzado de su pintura se encuentra en sus paisajes, bocetos y apuntes, pintados sin pretensiones, para su círculo familiar, y hoy dispersos por colecciones y museos.
                                                La Familia en el Jardín
De su etapa como pensionado en Roma, iniciada en 1874, data su primera gran pintura histórica: San Sebastián en la Cloaca Máxima, pintura que, tras presentarse con gran éxito en la exposición de la Academia de Roma en 1877, obtuvo Primera Medalla en la Exposición de 1878. de la misma etapa es La Disputa del Sacramento, pintado a medias con Pradilla. Más avanzado en el tratamiento del dibujo resulta el Desfile de las tropas francesas delante del pabellón español en el Palacio del Trocadero (1879), enviado también desde Roma. 
                                             San Sebastián en la cloaca máxima
El emperador Maximiano mandó que lo azotaran hasta morir, y los soldados, después de matarlo, arrojaron su cuerpo a la Cloaca Máxima de Roma. Los cristianos recogieron su cadáver y lo enterraron en la Vía Apia, en las Catacumbas de San Sebastián. Murió en el año 288.
A su regreso, en 1880, ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y, dos años después, vuelve a obtener primera medalla en la Exposición Nacional, esta vez por El Cardenal Cisneros visitando las obras del hospital de Tavera, asunto que demuestra por sí solo el agotamiento en el que iba cayendo la pintura histórica a finales de siglo. Fue profesor de término en la Escuela Central de Artes y Oficios y en 1903, fue nombrado director del Museo de Arte Moderno.
                                  Cisneros en las obras del Santuario de La Caridad
Colaboró en labores de decoración, tales como la de la iglesia de San Francisco el Grande (dentro de cuyo conjunto destaca como una de las mejores, a pesar de la premura con la que se vio obligado a trabajar, además de ser el motivo de que se le concediera la mencionada Cruz de Isabel La Católica), como en el palacio de la infanta Isabel o con el Ministerio de Instrucción Pública (Alegoría de las Bellas Artes) de Madrid, la Diputación Provincial de Pamplona, el Palacio de Justicia de Barcelona o el Casino de Zaragoza entre otras.
                                    Cúpula de la iglesia de San Francisco el Grande

El cuadro que mejor muestra la evolución de Ferrant es la Ûltima Comunión de San Fernando, pintura de grandes dimensiones que hoy se conserva en el Palacio del Senado y que fue encargada por el infante Sebastián, protector del pintor, en 1867. La obra fue pintada a lo largo de cuarenta y siete años y en dos etapas bien diferenciadas, más académica la primera, visible sobre todo en los cortinajes del lecho, en las vestiduras del sacerdote que sujeta la patena y en el soldado que, en primer término, sujeta una vela, y más impresionante la segunda, en especial en lo que a las figuras del rey, el sacerdote que le administra la comunión y el monaguillo se refiere.

                                                                            Última Comunión de San Fernando
Alejandro Ferrant y Fischermans 
Biografía según Wikipedia
Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con su tío, Luis Errante Llausas (1806-1868), que era académico de dicha institución, y gozó del apoyo económico del infante don Sebastián. Participó desde edad temprana en exposiciones nacionales; a los 21 años, en 1864, obtuvo medalla de tercera clase. Lograría el máximo galardón en 1878 con El entierro de san Sebastián (San Sebastián en la cloaca Máxima), colosal lienzo que actualmente cuelga en el Museo del Prado.
En 1874 acudió a aprender a Roma (Italia), pensionado en la primera promoción de pintores de la Academia Española de Bellas Artes, junto a Francisco PradillaCasto Plasencia, Jaime Morera, Manuel Castellano y Eduardo Sánchez Solá. Regresó a Madrid seis años después, en 1880.
Pintó principalmente temas religiosos e históricos, aunque también se dedicó a la pintura de género y la decorativa. En este último género hay que destacar sus trabajos en: la iglesia de San Francisco el Grande, el Palacio de Linares de Madrid, el oratorio del Palacio de Miramar en San Sebastián y la sede de la Diputación Foral de Navarra en Pamplona. Su estilo se atiene al gusto académico predominante en la época: predominio del color sobre el dibujo y pincelada suelta; el uso de tonos pardos delata influencias del barroco.
       Toma de posesión de Alejandro Ferrant y Fischermans como académico de honra 28-7-1915
Alejandro Ferrant y Fischermans. Pintor español que cultivó temas de historia, de género, religiosos, paisajes, retratos y pintura decorativa. Fue sobrino del también pintor Luis Ferrant Llausás, formó parte de los dibujantes que inauguraron y enriquecieron, junto con los litógrafos, uno de los más fértiles caminos del arte contemporáneo: la ilustración gráfica.
Síntesis biográfica
Nace el 9 de septiembre de 1843 en Madrid, España el seno de una familia de artistas, dio sus primeros pasos en la pintura con su tío. Más tarde cursó estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando entre los años (1857-1866). Durante su permanencia en el centro, recibió premios en distintas asignaturas. Se destacó como dibujante y por su dominio de las técnicas del óleo y la acuarela. Recibió medallas en los años 1862, 1864, 1866, ganadas en concursos convocados por la Academia de Bellas Artes de Cádiz
Trayectoria artística
En el año 1864 se presentó en las Exposiciones Nacionales consiguiendo una medalla de tercera clase por el retrato de su tío, el pintor Luis Ferrant, y una de segunda clase en 1867, por la obra Toma de una galeota de moros por el pueblo de Cádiz. Por todos estos méritos obtenidos pudo conseguir la plaza de pensionado de mérito pensionado por el infante don Sebastián por la pintura de historia en la Academia de Bellas Artes de Roma. Estuvo en esta ciudad tres años hasta 1877, allí cumplió con los trabajos de la Academia romana, se destacó con su segundo envío reglamentario San Sebastián extraído de la Cloaca Máxima, por el que obtuvo medalla de primera clase en la Exposición Nacional de 1878.
La Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1880, lo eligió Académico de número para que ocupara la plaza que quedó vacante por la muerte de Valentín Carderera, allí fue pronunciado el discurso Reflexiones sobre la pintura decorativa. Consiguió otra primera medalla en la Exposición Nacional de 1892 con la obra Cisneros, fundador del Hospital de Illescas.
Fue miembro, tesorero de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y en 1903 fue nombrado director del Museo de Arte Moderno. El 10 de abril de 1915 el Círculo de Bellas Artes le rindió un homenaje en el que se reconocía la labor artística de toda una vida. 
Decoró el Salón de Baile de los Marqueses de Linares (actual Casa de América), el techo del Ministerio de Fomento (actual Ministerio de Agricultura); el altar mayor, y las Sibilas y Profetas de la cúpula de San Francisco el Grande; el altar mayor de la Basílica Pontificia de San Miguel; La última comunión de San Fernando en el Senado; el oratorio del Palacio del Pardo, además de la mayoría de las pinacotecas madrileñas que guardan entre sus fondos las mejores obras del artista (Museo del Prado, Romántico, Municipal, Palacio Real, Artes Decorativas, Academia San Fernando, etc.) 
Formó parte de los pintores que ayudaron con los primeros documentos gráficos que se insertaron en la prensa, las ilustraciones, no sólo son una fuente de documentación sobre el arte o búsqueda de obras reproducidas en ella, sino también el reflejo del gusto estético de una época. Fue profesor de pintura de la Escuela Central de Artes y Oficios. Lo más original y avanzado de su pintura se encuentra en sus paisajes, bocetos y apuntes, pintados sin pretensiones, para su círculo familiar, y hoy dispersos por colecciones y museos.

En 1911-1912 le dio clases particulares de pintura al artista adolescente argentino Jorge Larco (1897-1967), quien llegaría a ser un destacado acuarelista. 
Fue presidente de la sección de pintura de la Academia de San Fernando y ejerció de profesor en la Escuela Central de Artes y Oficios. Fue además director del Museo de Arte Moderno de Madrid (que en 1971 se integraría en el Museo del Prado). Su hijo Ángel Ferrant (1890-1961) fue un destacado escultor de la vanguardia española.
Obras
Sus obras se caracterizan por un colorido sobrio y elegante, que en el caso de los retratos entronca con la tradición barroca por la utilización de gamas pardas. Su técnica se basa en el predominio de la mancha sobre el dibujo, utilizando una pincelada suelta. El artista dona en 1903 (real orden de 1 de Junio de 1903) al Museo de Arte Moderno uno de sus dibujos y el cuadro El pintor Francisco Pradilla (Obra). Estas obras pasaron al Museo Nacional del Prado en 1971.
  La última comunión de San Fernando.
  Sibilas y Profetas en la cúpula de San Francisco el Grande, de Madrid.
  El Entierro de San Sebastián.
  Cisneros, fundador del hospital de Illescas
  La Familia en el Jardín
  La disputa del Sacramento, pintado a medias con Pradilla
  Desfile de las tropas francesas ante el pabellón español en el Palacio
  del Trocadero                                        
  La Ciociara
  El escultor Ricardo Bellver
  Tríptico con temas de la vida de san Francisco
  El pintor Francisco Pradilla
  El compositor Arrieta
  Don Alfonso XII,
  Una cabeza de estudio
  Un episodio de la vida de san Francisco de Asís
  Retrato de Alfonso XII
  Retrato de Casto Plasencia
  El escribiente de cartas
  Entierro de Fortuny
  Ramón Tusquets
  Morell
Alguna de estas obras
                                                 El pintor Alejandro Ferrant 
                                            El pintor Francisco Pradilla
Obra que destaca por la enorme soltura empleada para su ejecución y la espontaneidad que emana del retrato, que es capaz de reflejar con sumo acierto el ambiente de esfuerzo y estudio que se respiraba entre los primeros pensionados de la Academia Española de Bellas Artes de Roma. Esta promoción, además de contar con Alejandro Ferrant y Francisco Pradilla estuvo formada también en la sección de Pintura por Casto Plasencia, Jaime Morera, Baldomero Galofre y Manuel Castellano. (Texto extractado de García-Rama, R. en: Artistas pintados. Retratos de pintores y escultores del siglo XIX en el Museo del Prado, Museo del Prado, 1997, p. 138).
                                                                     Alfonso XII
1878. Óleo sobre lienzo, 222 x 160 cm.
Retrato de Alfonso XII (Madrid, 1857-El Pardo, Madrid, 1885), rey de España entre 1875 y 1885. Sobre el uniforme de capitán general ostenta los collares del Toisón de Oro y de Carlos III, gran cruz laureada y banda de San Fernando y banda de Carlos III. Retratado en el salón del trono del Palacio Real de Madrid.
                                                 San Francisco ante el papa Honorio III
1833. Óleo sobre lienzo, 160 x 73 cm.
Boceto para la pintura mural del presbiterio de la basílica de San Francisco el Grande de Madrid. Representa a San Francisco de Asís (Asís, Italia, 1182-1226), fundador de la Orden Franciscana, recibiendo en Perugia la bendición del papa Honorio III en julio de 1216, otorgando la indulgencia plenaria a favor de todo aquel que visite la iglesia de Santa María de los Ángeles en la Porciúncula, en Asís.
  
                                                          El escultor Ricardo Bellver

1869. Óleo sobre lienzo, 70 x 56 cm.

Retrato de óvalo, de busto y tres cuartos, con la mirada fija en el espectador y expresión relajada. La mano derecha del retratado sujeta, a la altura del pecho, el vuelo de la capa que lleva echada al hombro izquierdo mostrando un forro rojo, que oculta parcialmente su corbata de lazo sobre camisa blanca.
Ricardo Bellver y Ramón era hijo, sobrino y nieto de escultores valencianos; su padre se había establecido en Madrid, donde nació Ricardo en 1845. Destaca especialmente entre su obra El ángel caído de 1878 (Museo del Prado, E727), escultura en bronce que se halla en el Parque del Retiro de Madrid. Murió en Madrid en 1924, y fue uno de los principales escultores españoles de su generación. Retratista y retratado eran compañeros, amigos de juventud, y hasta cuñados, y ambos obtendrían por primera vez -en el caso de Bellver única- primera medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid en la misma edición de 1878.
Este retrato es una obra de juventud, anterior a la mayoría de pinturas más famosas de Ferrant, que fue Director del Museo de Arte Moderno de Madrid desde 1903 hasta su muerte en 1907. Es un bello retrato de refinado realismo, alejado de la rigidez que caracterizaba a los retratos oficiales que nada tienen que ver conceptualmente con éste debido a la estrecha relación personal existente entre ambos artistas. Es, con todo, una obra realizada con la acusada corrección con que el académico Ferrant resolvería siempre sus óleos, no así sus bocetos, mucho más frescos y audaces. Especial mención merece el fondo, absolutamente inconcreto, pero en el que el pintor modula un sutil juego de luces y sombras que realzan sabiamente el relieve de la figura que se destaca sobre él,

                                                           El escribiente de cartas 

Siglo XIX. Acuarela sobre papel agarbanzado, 350 x 250 mm.

                                                                Luis y Alejandro Ferrant


                                                                                      Illescas, 23 de Enero de 2017

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