¡¡¡ Recordad: la tertulia del 9, empieza en la Biblioteca. !!!
Otra reunión casi biográfica: Pelayo el tallista. Lo que hicimos en la tertulia del 11 de diciembre de 2014
Fuimos diez en el pub “Las Cadenas”, incluyendo en la primera parte a Pelayo Oporto,
en la reunión del día de la fecha. Hemos puesto “el tallista” por ser esta la
actividad más brillante de nuestro conciudadano, pero no debemos omitir desde ahora el papel
que jugó en las diversiones de los illescanos durante varios decenios.
Sólo los más viejos nos acordamos del “Cine de Encarna”,
su madre, al lado de la plaza de Colón, en el que Pelayo todavía un niño,
colaboraba en la proyección de las películas y tenía que hacer frente a las
reclamaciones de los espectadores cuando por las limitaciones del proyector, o
por otras razones, se perdía el sistema de sonido. También vendía las entradas
e intentaba luego mantener un cierto silencio en el gallinero, el piso de
arriba donde los más pequeños comíamos pipas de girasol sentado en largos
bancos de madera. Los días de trabajo, ayudaba a su madre vendiendo frutas por
las casas con una carretilla. Tenía 10 años.
Ya por entonces colaboraba como aprendiz en el taller de
Macario, aunque su alta como artífice de la madera se produjo a raíz de su
permanencia en el Ejército del Aire, en Alcalá de Henares, donde empezó
haciendo favores a sus compañeros fabricando pequeñas cajitas de regalo y
terminó siendo seleccionado por los oficiales que le destinaron a los talleres
donde aprendió a tallar figuras.
Pero la parte más divertida de su historia es su periodo
de contratista del baile propiedad del Ayuntamiento, que se llamaba el Pósito,
en la calle del mismo nombre, donde actualmente está la Central de Teléfonos.
Parece que en la subasta donde se adjudicaba el uso del local, sin reflexionar
mucho, y desde luego sin tener el dinero, se arriesgó a pujar a voces, con 1000
pesetas de entonces. Parece que cuando el Secretario D. Octavio le llamó a la
mesa para formalizar su oferta, pretendió zafarse diciendo que era en broma. Le
dijeron que las bromas no valían allí y le dieron un plazo para que aportara lo
ofrecido. Pidió un préstamo a alguien que se dedicaba a ese tipo de favores y
con ello consiguió abrir el local.
A la entrada tenía lo que se llamaba el “ambigú”, un
pequeño bar, de entrada todavía gratuito, en el que los mozos podían ver la
animación que había en el interior. Un gran salón encalado, con el suelo de
cemento bruñido y bancos, también hechos de cemento, todo alrededor menos donde
estaba el pequeño escenario para la orquesta, donde se sentaban las madres de
las muchachas para comprobar su comportamiento en la “pista”. A veces, cuando
éstas se ausentaban dejaban a Pelayo en su tarea de vigilancia e incluso le
decían la hora a la que debían mandar a su casa a las muchachas. Se valía para
ejercer su autoridad, también en el caso de los que bebían demasiado, de la
prohibición de entrar al baile durante un determinado número de domingos según
la gravedad de la infracción.
Todos estos detalles se fueron perfilando con la
participación de los contertulios y lamentamos que el espacio nos impida dar
más detalles, por ejemplo, los nombres rimbombantes de las orquestinas que
Pelayo recordaba, dando incluso el tipo de música que era su especialidad. Hago
observar, como antiguo usuario del local, que yo prefería bailar con los discos
del “picú” (pick up), normalmente de mayor calidad artística, pero la mayoría de mis vecinos reclamaba las
orquestinas de cuatro o cinco músicos.
Mientras tanto seguía
Pelayo con el cine y comenta que durante las fiestas tenía sesiones
hasta la madrugada de forma que los forasteros pudieran esperar allí los medios
de transporte a sus pueblos. Como estas actividades eran para los días de
fiesta, seguía trabajando en talleres de madera perfeccionando su arte que
pronto empezó a explotar por su cuenta, primero en un taller escuela en el que
formaba a los muchachos interesados, y luego
haciendo y vendiendo imágenes, carrozas de procesión, bustos, escudos e
incluso retablos completos que le dieron merecida fama en la comarca.
Yo aporto datos de mi visita a su casa donde sigue
teniendo, pese a su edad, un estudio donde sigue tallando madera y una especie
de pequeño museo de realizaciones al tiempo que numerosas fotos que recuerdan
las etapas de su vida. Tiene realizado un magnífico video que recoge los
distintos momentos de la elaboración del retablo de la parroquia de
Villaluenga, tanto de las labores de talla y dorado como las de instalación en
la iglesia.
En cuanto a
Illescas, presume de haber hecho la peana de la imagen de la Virgen de la
Caridad que había sido comida por la carcoma que luego se encargó de forrar con
las láminas de plata que tenía la antigua. También los seises le encargaron la
vigilancia de la restauración del retablo mayor de El Greco que se realizó hace
no mucho tiempo. No ha conseguido despertar en sus hijos su amor por la talla
si bien siguen haciendo trabajos de carpintería.
Aportó el texto de una entrevista que le hicieron hace
doce años bajo el nombre de “Artesanía El Greco” y un folleto también de la
misma época con la historia de su vida, en la que destaca una dedicatoria a su
madre. Ambos pasarán a la documentación de la Tertulia en nuestro rincón en la
Biblioteca.
Sobre las nueve, Pelayo nos abandonó (no había avisado a
su mujer) y la tertulia recobró su rutina habitual. Comentamos que junto con Pepe del Toro, Villaseca
y el Pichi, Pelayo merecía más reconocimiento que el que se le concede en el
pueblo.
Emilio aporta una serie de fotos y dibujos de tamaño Din
A-4, algunos ofreciendo vistas de Illescas no habituales. Los vamos viendo y
nos promete fotocopias. Antonio aporta varios ejemplares de la Tribuna de
Toledo, con artículos sobre El Greco (ya estos textos forman un conjunto
extraordinariamente valiosos sobre la vida del artista) y de algunos posibles
destinos turísticos. Destaco como nuevos en la región las ruinas de la Motilla
del Azuer, castillo y pozo de la Edad del Hierro, cerca de Ciudad Real, y las
ruinas de la ciudad bereber llamada Vascos, desaparecida en el siglo X, junto al pueblo del Puente del Arzobispo.
También, en una, sobre la procesión del Corpus de Toledo hay una foto de nuestra
contertulia Mercedes Rodríguez (con mantilla) rodeada de infanzones.
Miguel Angel corrige el acta anterior: él no habló para nada
de preservativos y lo que sí dijo es que Illescas por su categoría, tuvo que
tener en la edad media un lupanar que por entonces se abrían por concesión
real. Como también presumió de estar haciendo una lista de acontecimientos
históricos, le encargamos que complete con datos de Illescas, unas cronologías
desde el siglo XII hasta la actualidad que hemos encontrado en un libro sobre
viajeros extranjeros por Castilla La Mancha y que en dicho libro se refieren
solo a España y nuestra región y que
podrían ser una ayuda a la memoria muy clara y eficaz.
Del mismo libro leemos unos párrafos del embajador de
Marruecos en el siglo XVII que afirma que nuestro pueblo estaba habitado por
nómadas, y en cambio no cita para nada la torre mudéjar que debió sin duda
llamar su atención. Por último, en el mismo texto hemos encontrado varias reivindicaciones
de la Santa Junta que regía el levantamiento de las Comunidades en el siglo
XVI. De su lectura se deduce que no se les puede juzgar fuera de su contexto,
pues si bien en algunas eran claramente democráticas, otras eran “pataletas” de
los nobles a los que había menospreciado Carlos I. (1) El libro contiene ilustraciones entre las que
hacemos ver un grabado de la torre de Illescas, bastante realista y que incluye
a su pié dos pequeñas escenas muy representativas de la vida local.
-Se recogen voluntarios para
participar en una emisión de Radio Castilla La Mancha, el próximo día 13, en
representación de la Tertulia.
-La instalación del Rincón en
la Biblioteca, está prácticamente terminada. Hay que destacar el trabajo
invertido por Juan y el dinero que ha costado el material que él y yo hemos ido
aportando. Para que los contertulios puedan conocerlo, el comienzo de la reunión de enero lo tendremos en la
Biblioteca, recordándolo a todos en la convocatoria.,
-Se da lectura a la carta que
dirigimos a los Infanzones y de la copia que se ha hecho llegar a la FUNCAVE.
No ha habido respuesta.
-Comentamos favorablemente el
resumen de los 20 años de la Tertulia, que se cumplen el próximo, que ha
elaborado Juan incluyendo alguna foto.
-La situación del nombre de la
Cabeza que se recoge en las Relaciones de Felipe II de Carranque,
del que nadie aporta datos: Miguel Angel dice que en las Relaciones de Hernando
Colón hay alusión a un cerro que se llama asi, pero estaría situado mucho mas
al este, en las cercanías de Torrejón de Velasco.
-Tengo una nota aludiendo a la
aportación de Julián sobre un libro de 1822, en relación con “visita de I.M.
Cuevas, Filosofía de la elocuencia. La madre de Oeo (sic)” cuyo contexto no soy
capaz de recordar. Se ruega aclaraciones en la próxima reunión.
-Recojo impresiones de mi
visita a la Exposición Arte y Oficio de El Greco: se hicieron grabados de
algunos de sus cuadros para comercializarlos como estampas pías y nuestro
retablo está considerado como el mejor de los que hizo el artista.
-Dudas sobre la situación del
posible convento de mercedarios, pues en un libro ya comentado se le sitúa extramuros) (2).
-Fotos enviadas por Juan de un
parque que al parecer existe en el sur del pueblo, cerca de donde se ubicaba la
perrera municipal, en un cerro sobre la autovía, que merece verse.
-La diferencia entre el IV y el
III centenario de El Greco. Frente a la exuberancia de este, del anterior hemos
encontrado un pequeño opúsculo que recoge la humildad que se estilaba en 1914.
(como nota curiosa, el propio librito, decía que estaba prohibida su venta).
-Otras notas mías sobre el
desarrollo de la reunión cuyo sentido no recuerdo: “Una boda de una chica a la
que fue Fernando, una descendiente de cardenal y nos lo enviará”. Nuevamente pido aclaraciones en la próxima.
Pese a la aceleración que dimos a los temas al final,
quedaron algunos de los previstos en el tintero, pues a las veintidós horas en
punto levantamos la sesión.
o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
Extranjeros en Castilla La Mancha. Servicio de Publicaciones del
Gobierno de Castilla la Mancha, Toledo 1997, 400 páginas dentro
del relato del viaje por nuestra región escrito por el inglés José Townsend en
1791. Dicho libro, prestado por Antonio, recoge trozos de diecinueve viajeros
desde el siglo XII (un geógrafo árabe)
hasta el XX nada menos que el alemán Rilke. Contiene para cada siglo una
cronología tanto de España como de Castilla La Mancha, que he fotocopiado por
su posible utilidad. Casi todos los relatos se centran en Toledo.
Sólo dos contienen alusiones a
Illescas: el de A. Navagero, un
veneciano del siglo XVI y el de un embajador de Marruecos del XVII. El primero
sólo dice que Illescas era un buen pueblo a seis leguas de Madrid (iba de
camino a Toledo), y el segundo, en cambio nos dedica un largo párrafo que, por
peregrino, no me resisto a transcribir:
Illescas. El primer día de nuestra salida de Madrid pasamos la noche en
un pueblo que llaman “Quchqaha” (Illescas). Era una de las metrópolis célebres
del “aduah”; la ciencia y la inteligencia habían fijado allí su morada. No es
hoy más que un pueblo de nómadas. Se ven allí algunos vestigios de antiguas construcciones
islámicas, tales como la puerta por la que
entraban, cuando la villa estaba habitada por musulmanes. Pero hoy sus
habitantes son más bien nómadas que sedentarios. Entre dicho pueblo y la ciudad
de Toledo hay veintiuna millas.”“ (Página 132)
2).-
Releyendo un libro ya comentado “La población de la Sagra en la época de los
Austrias” de Sánchez González, hemos
visto en su página 170 que en Illescas había en el siglo XVI tres conventos,
dos de frailes con 46 y 13 monjes y “otro intramuros con 5 profesas, aunque
quince años antes contaba con 40.” Si el convento de las monjas “encerradas”
estaba entonces intramuros, ¿dónde podía estar el segundo convento de frailes?
Los franciscanos (probablemente, el más numeroso pues tenían estudios de
teología) si sabemos que estaba fuera de la muralla por el norte. Los datos que
tenemos del de la calle Tirso de Molina le sitúan dentro del casco. ¿O es que el trazado de la muralla por
el sur estaba más retranqueado de lo que pensamos?
Vuelvo a recordar a todos que el día nueve de enero debemos ir a la
Biblioteca (el Rincón de la Tertulia) antes de venirnos, ya juntos, a las
“Cadenas”
Fernando Elena Díaz
¡¡ATENCION QUIENES NOS SIGAN!!
ResponderEliminarFernando Elena se equivocó al anunciar en el Acta la fecha de la próxima reunión y yo no me percaté del error al subirla al blog. La fecha correcta es el segundo jueves de cada mes, y en este de enero que estamos coincide en 8 no en 9.
Hola Lucy me gusta mucho lo que nos cuentas de la antigua Guatemala, muy interesante y las fotografías preciosas. Que bien que has podido disfrutar esa visita. Gacis por hacernosun poco participes. Un abrazo
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