Llegamos a ser 18, aunque Julián se ausentó pronto, Juan José llegó tarde, así como los trabajadores habituales, y Emilio se marchó bastante antes del final. Hubo que agrupar 8 mesas (más o menos, 4 m. de un extremo a otro) y había serios problemas para oír lo que decían quienes ocupaban las cabeceras. Consecuencia: se multiplicaban las conversaciones parciales y al final fue todavía peor pues, en el mostrador del bar, un grupo de clientes hablaban a gritos, por lo que no sé si este acta reflejará debidamente lo que se dijo. Se incorporaron, probablemente como consecuencia de la tertulia pública, dos nuevos contertulios: José Jesús y Pablo a los que damos la bienvenida.
Había previsto yo la
discusión de once temas y en realidad pasamos la mayor parte del tiempo
discutiendo sobre el primero – la extensión e influencias de la Virgen de la
Caridad, según el apéndice j) del libro de Romo – pero en un aspecto no
previsto: la historia de su imagen como se presenta ahora a sus fieles.
En parte
la culpa la tuve yo, que me empeñé en conocer qué se esconde bajo el manto, la
toca y el delantal que con la cara, las manos y la estatua del niño Jesús, es
lo que vemos habitualmente. Después de mucho discutir y a la espera probable de
un escrito aclaratorio que estaría preparando Felipe, parece que en realidad se
trata de una estructura piramidal, hecha de listoncillos de madera sobre la que
está clavada hasta cubrirla totalmente una tela blanca, y en cuya cima está sujeta la cara, y a media
altura las manos, una de las cuales sostiene la imagen del niño Jesús,
Aproximadamente a esta misma altura, dentro de la estructura, existe una especie
de pequeño cajón – quizá sea un armarito
con puerta - ,en donde está depositada lo que parece era una antigua imagen de
Virgen del tipo románico, hecha en madera, de la que se había separado
toscamente (de un hachazo decía María Luisa) su niño Jesús. No se pudo
determinar si dicha imagen era sedente o estaba de pié. Tampoco exactamente su
tamaño aunque, lógicamente, debía ser algo menor que la actual.
Interrumpiendo
las discusiones que permitieron esta descripción provisional, se produjeron las
siguientes intervenciones de unos y otros:
- La verdadera historia de la advocación venerada aquí,
pues se duda muy seriamente de que fuera la que aparece acompañando a San
Ildefonso y no se cree la versión del Sacro Paladión de que fuera obra del
propio San Lucas. La primitiva, por su aspecto, sería muy posterior, del siglo
XIII, y la forma actual probablemente del siglo XVII.
- Durante los meses de junio, a octubre de 1936, temiendo
que sufriera algún daño en la quema de imágenes de las iglesias del pueblo (que
se produjo parece el 25 de julio) se la ocultó en un hueco debajo de la escalera
que sube al primer piso , que hoy se ve en la nueva sala Cisneros que la
FUNCAVE ha habilitado en el Hospital, metida en un hueco tapiado entonces como
lo está actualmente. Parece que un devoto, el enterrador local, conocido como
“El Policía” pasó los cuatro meses sin moverse de su lado.
- Pelayo nos vuelve a recordar su restauración de la peana
tallándola en madera de nuevo pues estaba a punto de ceder víctima de la
carcoma, tarea nada fácil pues la cobertura de chapa de plata de una forma
complicada tenía que adaptarse perfectamente. Para ello hubo de vencer su
resistencia personal, dolido como estaba con los seises que no le habían
agradecido ni mínimamente la restauración de la Virgen de los Dolores que había
realizado, poco antes.
- Entre el 83 y el 93 del siglo pasado se realizaron
importantes obras en la Caridad que permaneció cerrada al culto. Estaba
prevista su financiación por el Ministerio de Educación y poco antes esa
competencia se pasó a las Comunidades autónomas obligando a prorrogar el
mandato normal de cuatro años de los seises,
(lo era entonces José Jesús) uno más hasta dejar encarrilada la
rehabilitación.
- Dichos trabajos fueron imprescindibles ya que la bóveda
amenazaba ruina. Se critica el trabajo de un tal Gamero responsable de la
restauración del retablo (se le sorprendió usando purpurina en la parte alta) y
también del arquitecto que sustituyó la escalera de subida al coro por una de
caracol no apta para personas un poco mayores, y que también eliminó de su
sitio algunas placas del forro de plata para colocarlos en el altar.
- Por entonces se hicieron practicables las dos puertas
laterales que tiene la gran reja de la iglesia y se cambió la cerradura de la
misma que tenía una llave enorme (que no se sabe dónde habrá ido a parar) por
una moderna, ya que había habido un intento de robo que se ignora por qué no
llegó a perpetrarse. Se adelanta que pudo ser una paloma de las que entonces
había en el interior, como le ocurrió a José Jesús que sufrió con una un susto
tremendo.
- Cuenta Fernando que en San Clemente – el pueblo de Cuenca
– hubo serios altercados por que la gente creyó que les habían cambiado la
Virgen de Ru, su patrona, a raíz de que se le hiciera una restauración
artística y, trayéndonos al tema inicial, dice que según Internet, la Virgen de
la Caridad es patrona de 7 localidades que enumera. Yo hago notar que en
Francia se llaman “Charités” a los hospitales que creaban los benedictinos en
la alta edad media y que resulta curioso que se convirtiera en advocación
mariana lo que en realidad es una virtud teologal, preguntándome en qué momento
pudo hacerse por primera vez…
A petición
de los contertulios, Pablo, el recién incorporado pero que había mantenido
contactos con nosotros a través de nuestro blog, da lectura a un bien planteado y documentado
escrito sobre el Convento Franciscano, en el que aporta que después de venderse
su solar, en la desamortización, seis de los frailes se resistieron a marcharse
a otros conventos y estuvieron viviendo varios años, hasta mediado el siglo, en
una casa cercana a la ermita de Santa Cruz, a la que aludió Felipe en pasadas
reuniones. ¿Podría ser los del convento que no localizamos como mercedario y al
que alude Romo? También dice que prepararon una fuente en el exterior del
convento en cuya financiación colaboró el Ayuntamiento para que los viajeros
por la ruta Madrid-Toledo tuvieran donde beber.
- María Luisa “se apunta el tanto” de que gracias a ella no
se perdieron durante las obras aludidas
los dos ángeles en chapa de plata que cuelgan del arco a la altura de la
corona de la Virgen. Notó su falta, se la hizo ver a los seises y aparecieron
en poder de Gamero que alegó que había olvidado ponerlos otra vez.
Faltando
minutos para las diez se plantea el tema de los gastos que algunos hicimos y
hacemos con motivo de la Tertulia del XX Aniversario y para el mantenimiento
del Rincón. Yo hago constar que José María aportó varias botellas de vino que
se niega a cobrar y la tertulia muestra en pleno su agradecimiento al excelente
trabajo de Marivi, en la preparación del ágape y en la atención a los
asistentes. Digo que he traído todos los contactos a los que enviamos los
documentos, pero que requieren un filtrado antes de realizar cualquier división
de los gastos, por lo que es preferible dejarlo para la próxima reunión.
Siendo las
22h casi exactas y después de pagar a escote la consumición nos marchamos “cada
mochuelo a su olivo”. Recuerdo a todos que la próxima tendrá lugar el jueves
día 12 de mayo en el Bar Roma, como de
costumbre. Recuerdo también que debemos esforzarnos en aportar respuestas a las
interrogantes que tiene planteada la Tertulia.
Fernando Elena Díaz
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