LA RUINOSA ERMITA DEL CRISTO DE LA SANGRE

Hace escasos días cumplí años (ya no recuerdo si fueron veintiocho u ochenta y dos) y cruzando mensajes entre los que fuimos componentes de La Tertulia, recordé que esa fecha, nueve de mayo, había coincidido bastantes veces con  nuestras reuniones de café, y por esa coincidencia, me he animado a abrir el blog y subir esta curiosidad recibida por esas fechas.

La ruinosa Ermita del Cristo de la Sangre de Medina Sidonia y su escalofriante leyenda

España es un país con un amplísimo patrimonio arquitectónico, pero tristemente, una gran parte de él ha acabado abandonado y en ruinas.

Ése es el caso del sitio que nos ocupa hoy, una antigua iglesia construida en el siglo XV, la Ermita del Cristo de la Sangre de Medina Sidonia, en la provincia de Cádiz, y hoy en ruinas. Aventuras Entresierras, un canal de Youtube dedicado a la exploración urbana que no me canso de recomendaros, ha publicado hoy un interesante vídeo recorriendo el interior de esas ruinas.

Esa iglesia tiene una curiosa historia que relató Rafael Gil Cano en su blog “Paisajes con Leyenda” en mayo de 2013. Por lo visto, y como ocurrió con otras tantas propiedades de la Iglesia Católica en España, sufrió las llamadas “desamortizaciones” del siglo XIX, a causa de las cuales muchas antiguas iglesias y monasterios quedaron abandonados y en ruinas. Gil Cano señala que esta ermita pasó a ser propiedad privada en la década de 1830, por lo que debió ser afectada por la llamada desamortización de Mendizábal, entre 1836 y 1837. Ya en el siglo XX, la ermita quedó abandonada. 

Cuenta Gil Cano que el último morador de esa ermita fue un escritor de Jerez que vivía allí aislado, con la única compañía de una mujer, supuestamente su criada, llamada Marujita, motivo por el cual los lugareños empezaron a referirse a la vieja ermita por el nombre de “Castillo de Marujita”. 

El citado autor también comenta que junto a la ermita hay un pozo, hoy cegado, del que salían voces en las noches en las que sopla el viento de levante. Gil Cano señala que, según contaba un anciano que frecuentaba el lugar, «él mismo pudo oír más de una vez el llanto de un niño pequeño, y un hilillo de voz infantil que repetía una y otra vez la misma angustiosa palabra: “¡Ayuda! ¡Ayuda! ¡Ayuda…!”» Gil Cano dice que el anciano relacionaba este escalofriante suceso con el hecho de que Marujita fuera “algo más que una criada” para aquel escritor, y que el pozo tal vez se convirtió en la tumba de los hijos que habrían nacido de su relación. 

FUENTE: 

@Explotrandoinfo lun 9·5·2022 

                                                                                                              Illescas, Mayo de2022