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martes, 2 de julio de 2019

HOMENAJE A "LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS"

Una de las páginas que constantemente me mandan relatos y efemérides de lo más variado, me ha enviado esta que me ha gustado y diría que casi emocionado al comprobar una vez más que nuestra historia resulta más relatada y admirada fuera de nuestro País, que en el absurdo maremagnum de Autonomías en que hemos convertido a nuestra España.

El homenaje del primer presidente filipino al heroísmo de los últimos españoles de Filipinas

 Los Últimos de Filipinas‟ a su regreso a España, en Barcelona, en septiembre de 1899.

El pasado 2 de junio se cumplieron 120 años del final del Sitio de Baler, una plaza defendida durante casi un año por un puñado de españoles que desconocían la pérdida de las Filipinas en 1898. Lo ocurrido en los días posteriores al final del Sitio de Baler Como es bien sabido, después de capitular, los filipinos permitieron a los supervivientes de la guarnición española de Baler abandonar la Iglesia de San Luis de Tolosa armados y en formación, y les rindieron honores por el valor demostrado en su heroica gesta. Tras abandonar Baler, los españoles fueron llevados a Marikit y Pantagabán, siendo bien tratados y sin recibir el tratamiento de prisioneros de guerra. El 12 de junio partieron hacia Bongabón y después a Cabanatuán, donde los heridos fueron atendidos en un hospital filipino. Allí recibieron la visita de Hilaria del Rosario Aguinaldo, esposa de Emilio Aguinaldo, el primer presidente de Filipinas, que no sólo se preocupó por ellos sino que además les dio dinero.

Recreación de la película “Los últimos de Filipinas” (1945) de la salida de los españoles de la iglesia de San Luis de Baler el 7 de Junio de 1899, tras casi un año de asedio. Los filipinos les permitieron salir armados y en formación, en homenaje al valor que habían demostrado.

El decreto del primer presidente filipino ensalzando el “heroísmo” de los héroes de Baler

El 3 de julio los héroes de Baler llegaron por fin a Tarlac, donde fueron generosamente recibidos por Aguinaldo. Él mismo les mostró un periódico donde aparecía publicado un decreto firmado por él el 30 de junio, es decir, tal día como ayer hace 120 años. El decreto decía lo siguiente:

“Habiéndose hecho acreedoras a la admiración del mundo las fuerzas españolas que guarnecían el destacamento de Baler, por el valor, constancia y heroísmo con que aquel puñado de hombres aislados y sin esperanzas de auxilio alguno, ha defendido su bandera por espacio de un año, realizando una epopeya tan gloriosa y tan propia del legendario valor de los hijos del Cid y de Pelayo; rindiendo culto a las virtudes militares e interpretando los sentimientos del ejército de esta República que bizarramente les ha combatido, a propuesta de mi Secretario de Guerra y de acuerdo con mi Consejo de Gobierno, vengo a disponer lo siguiente": 

Artículo Único

"Los individuos de que se componen las expresadas fuerzas no serán considerados como prisioneros, sino, por el contrario, como amigos, y en consecuencia se les proveerá por la Capitanía General de los pases necesarios para que puedan regresar a su país”. 

Desde Tarlac, los héroes de Baler partieron hacia Manila con la comisión española encargada de repatriar a los prisioneros españoles que habían estado presos de los filipinos (sumaban unos 9.000 en total). Al llegar a la capital filipina los héroes de Baler recibieron diversos homenajes e incluso se hizo una cuestación para sufragar su regreso a España. Abandonaron Filipinas el 29 de julio en el vapor “Alicante” y arribaron a Barcelona el 1 de septiembre. Pero si los soldados de Baler volvieron pronto a España, los que se quedaron en Filipinas fueron los religiosos franciscanos fray Juan Bautista López Guillén y  fray Félix Minaya Rojo (el otro religioso que estuvo con la guarnición española durante el asedio, fray Cándido Gómez-Carreño Peña, falleció el 25 de septiembre de 1898 a causa de una epidemia). Fray Juan Bautista López fue quien se encargó de exhumar los cuerpos de los españoles que habían muerto durante el Sitio de Baler en 1903, siendo después trasladados a España.
Emilio Aguinaldo (1869-1964) fue el primer presidente de la República de Filipinas. El 30 de Junio de 1899 firmó un decreto mostrando su “admiración” ppor las fuerzas españolas que guarnecieron el destacamento de Baler. Unos años antes de su muerte confesó estar “arrepentido en buena parte por haberme levantado contra España.

El arrepentimiento de Aguinaldo por haberse levantado contra España

El arrepentimiento de Aguinaldo por haberse levantado contra España Aunque los revolucionarios filipinos habían hecho la guerra a España para conseguir la independencia, al final lo único que lograron fue pasar de ser una parte de España a convertirse en una colonia de los Estados Unidos, tras una cruenta guerra que duró tres años y que terminó en 1902, aunque la salvaje represión nortamericana contra los filipinos -y también contra la lengua española- se prolongó durante varios años más, provocando en torno a un millón y medio de civiles muertos (la sexta parte de la población del país). Sobre este episodio de nuestra historia, quiero añadir algunas palabras más de Emilio Aguinaldo. En 1958, seis años antes de morir, un periodista le preguntó al que había sido el primer presidente filipino si se arrepentía de algo. Aguinaldo respondió:

“Sí. Estoy arrepentido en buena parte por haberme levantado contra España y, es por eso, que cuando se celebraron los funerales en Manila del Rey Alfonso de España, yo me presenté en la catedral para sorpresa de los españoles. Y me preguntaron por qué había venido a los funerales del Rey de España en contra del cual me alcé en rebelión… Y, les dije que sigue siendo mi Rey porque bajo España siempre fuimos súbditos, o ciudadanos, españoles pero que ahora, bajo los Estados Unidos, somos tan solo un Mercado de consumidores de sus exportaciones, cuando no parias, porque nunca nos han hecho ciudadanos de ningún estado de Estados Unidos… Y los españoles me abrieron paso y me trataron como su hermano en aquel día tan significativo…”

En 2003 el Gobierno filipino declaró el 30 de junio como Día de la Amistad Hispanofilipina, coincidiendo con la firma de aquel decreto de Aguinaldo en homenaje a los héroes de Baler, “para recordar el acto de benevolencia que ha allanado el camino para tender una mejor relación entre Filipinas y España” y también “para conmemorar los lazos culturales e históricos, la amistad y la cooperación entre Filipinas y España” . Desde 2007, cada 30 de junio el Ejército filipino rinde honores a los héroes de Baler en aquella localidad que hace años fue parte de España. Sirva esta entrada como homenaje a aquellos héroes y como gesto de agradecimiento a nuestros hermanos de Filipinas por honrar la memoria de aquellos españoles.

ACTOS CONMEMORATIVOS DEL HOMENAJE

La mañana en la Plaza Municipal de Baler ha tenido lugar un homenaje del Ejército filipino y de civiles de ese país a los españoles que lucharon en el asedio a la Iglesia de San Luis entre 1898 y 1899.
La 7ª división “Kaugnay” homenajea a los combatientes españoles de Baler


Como otros años, el homenaje se desarrolló ante la Iglesia de San Luis, que aquellos españoles defendieron durante 337 días hasta su capitulación. Soldados filipinos formaron ante la lápida que recuerda el heroísmo de aquellos soldados españoles, flanqueada por las banderas de España y de Filipinas.

Esta vez en representación de España estuvo el embajador español en Manila, Jorge Moragas. Entre las autoridades filipinas estuvo el senador Juan Edgardo M. Angara, la congresista de la provincia de Aurora Bellaflor J. Angara-Castillo; el presentante de la oficina del Presidente de Filipinas Michael P. Ong; el gobernador de la provincia Aurora Gerardo A. Noveras; y el alcalde de Baler Nelianto C. Bihasa, entre otros.
Como otros años, asistieron al acto civiles filipinos -entre ellos muchos niños- ondeando banderas filipinas y españolas.

Este año también acudió a Baler una amplia expedición de españoles para rendir homenaje a nuestros compatriotas que lucharon en aquel sitio. Como veis, fueron cordialmente recibidos por las autoridades del país.

También hubo un homenaje hispanofilipino en el Putok sa Dikaloyungan, un pequeño monumento que recuerda a los revolucionarios filipinos que lucharon en aquella contienda. Hoy, de hecho, se celebra el 17º Día de la Amistad Hispanofilipina, establecido en 2003 por el Gobierno de Filipinas “para recordar el acto de benevolencia que ha allanado el camino para tender una mejor relación entre Filipinas y España” y “para conmemorar los lazos culturales e históricos, la amistad y la cooperación entre Filipinas y España”.

Como otros años, en este homenaje también estivo José Antonio Portillo, miembro de la Asociación de Veteranos de la Base Aérea de Getafe (Ala 35), que lleva años encabezando diversas iniciativas para recordar a los héroes de Baler y estrechar los lazos de amistad entre España y Filipinas

Civiles españoles y militares filipinos depositaron sendas coronas de flores en el monumento, en recuerdo de aquellos compatriotas, antes hermanos y a los que la guerra convirtió en enemigos.


Como en años anteriores, el Ejército filipino estuvo representado por efectivos de la 7ª División de Infantería “Kaugnay”, que tiene su base en Fort Ramon Magsaysay, en Palayan City (Nueva Écija). Nuestro ferviente agradecimiento desde España al pueblo filipino por este emocionante homenaje.

2 comentarios:

  1. Los últimos de Filipinas era una película que se rodó en los Estudios CEA en 1945. Mi balcón, y con él mi cama en el Hogar de Alto de los Leones, daba directamente a la verja de los Estudios, por lo que por la noche, sin necesidad de levantarme de la cama (tampoco estaba permitido), podía ver cómo montaban un tinglado de plantas y un carro en medio de la carretera y se ponían a rodar la película. Sólamente recuerdo que una mujer subida en el carro lanzaba un grito. Posteriormente he visto el film que, sinceramente, era un petardo. Por aquella carretera pasaban uno o dos coches por día y además con gasógeno. Eran años muy oscuros y faltos de chicha.

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  2. Tarde, pero todo llega Ernesto. Ya está publicado tu comentario casi dos años después. Mil perdones.

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