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lunes, 5 de julio de 2021

LOS MONTEROS DE ESPINOSA

El título de la entrada de hoy se presta al chiste fácil de no es lo mismo Espinosa de los Monteros que los Monteros de Espinosa, aunque esta curiosa coincidencia y dada mi simpatía por el primero, me ha llevado a publicar este artículo de Revista de Historia.

MONTEROS DE ESPINOSA, LA GUARDIA QUE CUSTODIÓ A LOS REYES DE CASTILLA Y ESPAÑA DURANTE 1000 AÑOS

Cuando en 1598 el monarca Felipe II agonizaba enfermo en la cama, unos imponentes guardias velaban por él cada noche. Se trataba de los legendarios Monteros de Espinosa. En la historia de los Monteros de Espinosa se mezcla la leyenda y la tradición, un cuerpo de guardias que nada tiene que envidiar a otras guardias legendarias como la Pretoriana, la Varega o la del mismísimo rey Salomón, no en vano custodiaron a los reyes de Castilla y luego de España durante nada más y nada menos que 1.000 años.

La Leyenda de los Monteros de Espinosa

Hacia el año 1006 la madre del conde de Castilla, Sancho García, se confabuló para matar a su hijo, con la intención de casarse luego con el “rey de los moros” y poner en sus manos las propiedades y castillos de su hijo. Una sirvienta avisó a un escudero del rey, el cual puso sobre aviso al monarca salvándole.
Este escudero será el origen de la guardia real, dándole Sancho García heredamiento en Espinosa así como a sus descendientes el privilegio del título y empleo de poder ser sus guardias, tanto de día como de noche, lo cual se mantuvo hasta los tiempos de Felipe el Hermoso, en que pasó a ser exclusivamente nocturno, salvo casos especiales.

El encargo era un gran honor para los habitantes de la villa de Espinosa de los Monteros, ya que ésta había quedado en ruinas por los ataques del Califa Abdherramán. Por cierto que esa misma villa, siglos después, fue la encargada de confeccionar las lonas para las velas de la Grande y Felicísima Armada en 1588.

Los Monteros de Espinosa

Su número, al igual que otras guardias legendarias, era escaso. Fernando el Católico aumento su número a 12 durante su regencia, para poder mantener controlada a su hija Juana. Al ser una guardia principalmente personal y doméstica, los Monteros de Espinosa no usaron nunca ni armadura ni armas pesadas. Su armamento estaba orientado al cuerpo a cuerpo directo y en espacios cerrados.

En sus guardias llevaban espada corta y bracamantes o estoque medieval, complementado con un escudo ligero, que evolucionaría más tarde a una rodela o broquel. Para las guardias nocturnas, llevaban linternas y faroles de mano. Su uniforme lo formaban calzas y jubón unicolor, con un sobreveste o tabardo superior de gules, todo ello tocado por unas monteras o birrete en la cabeza, adornado por una pluma de búho, que también evolucionaría hacia el clásico tricornio.

En tiempos de Carlos I su número llego a ser de 48 guardias y el famoso cuadro de Pieter Brueghel el Viejo titulado “La Torre de Babel“, se puede ver a los pies de la misma al Emperador escoltado por una pareja de Monteros.




El fin de los Monteros de Espinosa

La proclamación de la Segunda República en 1931 y el exilio del rey Alfonso XIII, marcó la disolución del Cuerpo de Guardia. Como homenaje a esta legendaria Guardia, en 1975 se le dio su nombre a una compañía del Ejército de Tierra, integrada en el Grupo de Honores de la Guardia Real

Monteros de Espinosa 27/07/2020


Illescas, Julio de 2021  



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